lunes, 4 de octubre de 2010

Reseña de Entre Sueños en Luna Lunera


Me sorprende, de forma maravillosa, que Entre Sueños siga teniendo reseñas, todas buenas, y que casi a diario me lleguen nuevas opiniones a través de mensajes o emails. Me sorprende y me asusta, os he contado en alguna ocasión. Pero esta nueva reseña me ha quitado un poco de esa presión. No sé por qué. Aún no he conseguido responderme a esa pregunta, pero me la ha quitado, que es lo que yo estaba necesitando como respirar.

Puede que al final me acostumbre a escribir bajo la presión que supone publicar...

...puede que sí.

Mientras eso ocurre os hago partícipes de una preciosa reseña que Olga ha escrito en su blog literario Luna Lunera.


Gracias, Olga. Por la magia que tus preciosas palabras escritas han obrado en mí.

Entre Sueños ha sido una verdadera sorpresa para mí, y es que la portada no anuncia lo que vamos a encontrarnos dentro. No es tan atrayente como merece el contenido.
                                                Olga, en Luna Lunera


6 comentarios:

Anabel Botella dijo... [Responder]

Ángeles, tu novela tiene magia y eso se transmite mientras la leemos. Me ha gustado la reseña de Olga.

Ángeles Ibirika dijo... [Responder]

A mí también me ha encantado la reseña. La verdad es que emociona encontrarse con tantas buenas opiniones sobre uno de tus "niños". Seguro que muy pronto lo descubres en carne propia.

Un abrazo, preciosa.

Olga Salar dijo... [Responder]

Me alegra que te haya "liberado" un poco del miedo, porque yo estoy deseando leer tu próximo libros, jajaja. Tranquila seguro que nos encanta.
Besotes

Ángeles Ibirika dijo... [Responder]

Gracias, Olga. La reseña me ha encantado, y el efecto "pócima mágica" también (-^o^-)

Ahora espero merecer la confianza que estáis depositando en mí.

Un abrazo enorme

Nieves dijo... [Responder]

Como dicen en la reseña, esta novela es todo un acierto.
¿Presión? ¿Qué presión, niña?
Tú puedes con todo.

Besos y besos

Ángeles Ibirika dijo... [Responder]

Presión, presión, presión…
Pero creo que me voy acostumbrando. Tal vez en quinientos años más, lo tenga todo bajo control ¡jeje!
Besos y más besos, preciosa