sábado, 31 de diciembre de 2011

Feliz año nuevo, y millones de gracias






¡Gracias a todos por tantas y tantas cosas extraordinarias que os debo!

El 2010 fue un año sorprendente y maravilloso que comenzó con la publicación de «Entre Sueños» y que me llevó a hacer cosas con las que nunca había soñado y, de modo muy especial a conoceros a muchos de vosotros. Hasta entonces la palabra GRACIAS nunca me había parecido tan pequeña, y es que no se ha inventado la que entregue, de verdad, un poco de todo lo que me dais cada día.

Si el 2010 fue sorprendente y mágico, el 2011 fue impresionante. Y no solo por la publicación de «Antes y después de odiarte» o por todas las cosas emocionantes que hice o a todos los nuevos y fantásticos amigos que fuisteis llegando a mi vida. No. Fue sorprendente porque, cuando ya pensaba que no podía recibir más, me siguió llegando vuestro cariño y vuestro apoyo; también desde entrañables países de Latinoamérica. Son pocos los días que no recibo emails y mensajes con palabras que no sé cómo agradecer.

Y ahora llega el 2012. Y llega con la promesa de ser más alucinante aún, con nuevos proyectos y vertiginosos desafíos que, si queréis y confiáis aún en mí, seguiremos viviendo juntos. Pues, como nunca me cansaré de repetir, mis logros son en gran parte vuestros. Yo sola jamás lo habría conseguido, y os aseguro que eso no lo olvidaré nunca.

Feliz Fin de Año a todos, y más Feliz aún entrada en el nuevo. Pero no solo para ese primer 1 de enero. No. Os deseo Felicidad, paz y amor para todos y cada uno de los días del resto de vuestra vida. Os merecéis lo mejor, y sé que lo tendréis.

Y dejadme que os dé, a cada uno, uno de esos abrazos gigantes de oso que te envuelven entera y que te hacen sentir tan bien que te dan ganas de quedarte ahí, quietecita, durante el resto de la eternidad.

GRACIAS de todo corazón.



domingo, 25 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad!



¡Feliz Navidad!

No podía acostarme sin decirlo. Aunque me muera de sueño, aunque me echen de la cama si me retraso (risas). Aunque mañana me cueste levantarme… tenía que pasar a desearos todo lo mejor. Y es que últimamente ando tan liada que no tengo tiempo ni para pasar por el blog. Espero y deseo que esto cambie pronto. Los motivos de tanto lío son buenísimos (y para mí sorprendentes e inesperados), y los sabréis en cuanto pueda decirlos.

Aún recuerdo mi primera Navidad aquí, unos 15 días antes de que me dijeran que me publicaban mi primera novela, Entre Sueños. Entonces tuve tiempo de contar una historia que acontecía durante una Navidad. Si me organizo como debo, y como quiero, volveré a tener tiempo para escribir relatos cortos. De momento, y aunque aquel relato navideño está por ahí abajo, permitirme que vuelva a colgarlo.

Y, justo antes de acostarme, os deseo una Feliz Navidad. Y un feliz día siguiente. Y también el siguiente. Deseo que vuestra vida esté llena a rebosar de días felices, de momentos irrepetibles, de amor desinteresado, de miradas y sonrisas impagables. No es difícil conseguir esto. Solo tenemos que saber que la felicidad no suele ser continua. Y que si saboreamos cada instante especial y olvidamos con rapidez los malos, tendremos una vida feliz y perfecta.

¡Ummmm! Juro que solo he bebido agua, así que debe ser el sueño el que me ha puesto charlatana (risas). Os dejo con el relato y me voy a dormir. ¡Buenas noches, Feliz Navidad y Feliz toda una vida!


Bajo el muérdago

«Si besas a alguien bajo el muérdago, tendrás su amor para siempre», me había dicho Craig la mañana de la Nochebuena en la que cumplí diecisiete años. Recuerdo que olía a invierno, a nieve, al pastel de carne que mamá horneaba en una cocina que no era la suya.

Pienso en ello muchas veces, pero especialmente las mañanas de cada Navidad, como ésta en la que observo a través del cristal frío de la ventana cómo los pájaros picotean los pequeños trocitos de manzana que les he dejado en el alfeizar hace un instante.

Todo alrededor aparece vestido por una suave y esponjosa capa blanca, igual que aquel día, cuando mamá dijo que pasaría a visitar a la enferma señora Wells para conversar un rato y prepararle la cena. Como cada año, lo organizó todo para que mis hermanos y yo nos quedáramos al cuidado de papá. Y, como cada año, insistí en acompañarla hasta que no le quedó otro remedio que aceptar. Y es que, por aquel entonces, yo era capaz de hacer locuras por ver al hijo de la señora Wells, aunque solo fuera de lejos. Con solo pensar en él se me llenaba el estómago de miles de pequeñas mariposas que me dejaban sin respiración, y sentía que solo podría recuperarla cuando lo tuviera al lado.

Craig era diferente al resto de chicos. Lo pensaba cuando estudiábamos en la misma escuela, y lo seguía pensando entonces, que ya estábamos en el instituto. Él me parecía más hombre que los demás, más guapo, más serio y hasta más listo. Mamá solía decir que crecer sin un padre y con una madre permanentemente enferma no era fácil, y que eso le había convertido en un chico responsable. Pero yo presentía que era algo más, algo que tenía que ver con él mismo, con su interior, con «eso» que brillaba en el fondo de sus ojos negros cada vez que me miraba y me sonreía.

Aquel día, mientras mamá preparaba la cena más especial del año, silenciosa y con las manos sobre mi corazón para que nadie escuchara sus agitados latidos, volví a espiar a Craig. Me emocionó la ternura con la que hablaba a su madre y le ahuecaba los almohadones bajo la cabeza, y me pareció más hermoso y más hombre que nunca.

Aún me duraba la emoción cuando, un rato después, le vi pasar con un ramillete de muérdago. Ignorando mi naturaleza tímida, hice acopio de valor y avancé por el pasillo hasta llegar a su lado. Lo encontré con los brazos alzados, sujetando el manojo verde sobre el dintel. La puerta estaba abierta. El aire danzaba acompañado de minúsculas partículas de nieve que se pegaban al rostro y penetraban por los poros. Yo temblaba, pero recuerdo bien que no era de frío.

A la vez que le contemplaba enrollar los tallos con un trozo de cordel rojo, traté de imaginar cómo sería una Nochebuena en esa casa, con la señora Wells en la cama. ¿La ayudaría Craig a levantarse y caminar hasta la cocina? ¿Llevaría la cena al cuarto para tomarla con ella?

Por más que lo intenté, no pude concebir una Nochebuena así. Las nuestras eran siempre bulliciosas. Lo primero que hacíamos al sentarnos a la mesa, era rezar, dirigidos por papá y mamá. Dábamos gracias por todo cuanto teníamos, y rogábamos para que el resto de los niños del mundo jamás tuvieran menos. Luego llegaba el regocijo, con mis hermanos pequeños empeñados en cantar los villancicos antes de que llegara el postre. Después, abríamos los regalos.

No. Yo no alcanzaba a suponer cómo eran las Nochebuenas en aquel hogar. Ni podía explicarme por qué Craig tenía siempre aquella luz tan especial, tan dichosa, tan perfecta.

—¿Te han besado alguna vez debajo de una ramita de éstas? —preguntó al reparar en que las miraba casi con embeleso.

Yo agité la cabeza con fuerza, con la esperanza de que así no pudiera apreciar que mis mejillas se habían vuelto tan rojas como las guindas que mamá ponía en sus pasteles.

—Nunca. Nunca, nunca —repetí como una boba, sintiendo que las mariposas revoloteaban hacia mi garganta, cosquilleando a su paso en mi corazón.

Él sonrió, y yo sentí que me flaqueaban las piernas.

—¿Y te han besado sin muérdago? —volvió a preguntar cuando, tras terminar de anudar el cordel, apoyó la espalda en un lado de la puerta al tiempo que introducía las manos en los bolsillos, con aspecto de chico mayor.

Pensé que estaba intentando decidir si yo seguía siendo una niña o me podía considerar ya una mujer.

—Cientos de veces —respondí, alzando la barbilla—. Me han besado cientos de veces.

Craig se echó a reír con suavidad, y yo deseé que me engullera la tierra. «Tonta, tonta, tonta», me repetí sin descanso. «No te ha creído, y ahora piensa que eres una chiquilla idiota.»

Pero él continuó mirándome con aquel brillo misterioso que iluminaba el fondo de sus ojos negros, y sonriéndome con la felicidad de quien no necesita más porque siente que ya lo tiene todo.

—Si besas a alguien bajo el muérdago, tendrás su amor para siempre —susurró como yo había visto hacer en las películas que papá y mamá se empeñaban en que no viera.

No me dio tiempo a responder, aunque, de todos modos, aún dudo que hubiera encontrado palabras para hacerlo. Sin abandonar su maravillosa sonrisa, entró en la casa, dejando ante mí la puerta abierta. El viento, envidioso, me envolvió con fuerza cuando él me rozó con su brazo al pasar por mi lado. Fue un roce leve, fugaz, pero tan intenso e inesperado que me dejó sin respiración.

Me coloqué bajo él muérdago y cerré los ojos. Inspiré profundamente mientras escuchaba la voz de mamá que se despedía. Continuaba oliendo a invierno, a nieve, a pastel de carne recién horneado, a... «¿a Craig?» pensé, y antes de que pudiera reaccionar sentí sus labios sobre los míos, suaves, húmedos, calientes... «¿Así son los besos?» , me pregunté sin atreverme a abrir los ojos.

—Para siempre —le oí susurrar...

...y volvió a besarme.

Fue el segundo beso de mi vida, el segundo beso con él, el segundo beso bajo el muérdago...

Han transcurrido treinta y dos años desde aquella mañana, y lo recuerdo como si acabara de pasar: Los labios de Craig, su prisa por apartarse cuando sonaron los pasos de mamá que se acercaba, su sonrisa de complicidad mientras yo trataba de recomponerme, el modo en el que se quedó mirando mientras las dos nos alejábamos.

Sí. Ya han pasado treinta y dos años en los que no he dejado de trocear manzanas en pequeños pedacitos para que los pájaros se alimenten en mi ventana durante el riguroso invierno. Treinta y dos años en los que la algarabía de mi hogar no me ha hecho olvidar a los que, como entonces Craig, tienen menos y a pesar de ello conservaban la maravillosa capacidad de ser felices. Treinta y dos años en los que, como hizo mamá, he disfrutado compartiendo todo cuanto tengo.

Desde aquel día, no ha faltado el muérdago en la puerta de entrada a casa, ni el pastel de carne en la cena de Nochebuena. Y, como no, desde aquel día, él me ha besado cientos de veces bajo las tiernas ramitas verdes atadas con un cordel, y, cada vez que lo hace, espera a que yo abra los ojos, me mira con los suyos, negros, misteriosos y brillantes, y me susurra, como en las películas: «para siempre»



Ángeles Ibirika©


lunes, 12 de diciembre de 2011

Premios Dama 2011 para Antes y después de odiarte


- Premios Dama 2011 para Antes y después de odiarte -

Hoy se han hecho públicos los Premios Dama, y, aunque me sentía ya premiada por el hecho de tener cuatro nominaciones, debo confesaros que me ha emocionado mucho descubrir que he recibido dos estatuillas muy importantes.

A la Mejor Novela Romántica Nacional del año
.
A la Mejor Novela Romántica Contemporánea

Y son importantes porque en el primer premio Antes y después de odiarte ha sido elegida la mejor novela romántica de entre las publicadas por muchas y magníficas autoras españolas, y porque en el segundo estaban todas las novelas románticas contemporáneas publicadas, extranjeras incluidas, entre las que hay grandísimas escritoras consagradas a las que todos adoramos.

En este enlace podéis ver al resto de premiadas, entre las que están las españolas Lena Valenti y Megan Maxwell. El resto de premiadas son extranjeras, pero esperemos que esto vaya cambiando poco a poco.
- Premios Dama 2011 -


Gracias, una vez más y siempre, por vuestro apoyo. Sin vosotros nada de esto hubiera sido posible. Los premios, y todo lo bueno que venga, son tan vuestros como míos. Y gracias también por vuestros maravillosos emails que a veces tardo en responder por falta de tiempo, gracias de corazón por todo. Sois los mejores lectores que nadie podría desear.

martes, 29 de noviembre de 2011

Injustamente encerradas desde 1987

Hijas y esposa de Oh Kil-man, encerradas en Yodok desde 1987.

Amnistía Internacional


«Han pasado más de 24 años desde esta foto; son los que llevan esas dos niñas y su madre encerradas en Yodok, uno de los seis campos para presos políticos en Corea del Norte.

Su 'delito' para estar ahí fue que su padre emigrase y pidiese asilo político en Dinamarca para huir de su país. Como ellas, otros 50.000 hombres, mujeres, niños y niñas viven encerrados en Yodok por 'delitos' como criticar el régimen o a la familia gobernante, escuchar la radio o televisión extranjeras, y otros muchos motivos que en ningún caso merecen ese atroz castigo.


Hay bebés que nacen en Yodok y permanecen allí el resto de sus vidas, enfrentándose a la tortura, el trabajo forzado, las palizas, la falta de alimentos e incluso el riesgo de ejecución.

Y todo esto, sin que se conozca internacionalmente y con y la hipocresía del gobierno de Corea del Norte, que sigue negando que Yodok exista.

Pero nosotros sabemos que sí existe. Sabemos dónde está y sabemos que en él hay decenas de miles de personas recluidas en condiciones infrahumanas. Además, las autoridades coreanas se equivocan si creen que vamos a quedar impasibles ante esa atrocidad.

Firma aquí por el cierre de Yodok y ayúdanos a denunciar públicamente la existencia de este lugar horrible.


Gracias por actuar por quienes más lo necesitan.

Amnistía Internacional - Sección Española

PD: Para celebrar el Día de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre, queremos comprar la portada de un periódico de difusión nacional con 2 millones de lectores. Con el anuncio podremos denunciar públicamente historias que difícilmente aparecen en los medios de comunicación. Haz un donativo de 10 y ayúdanos»

lunes, 21 de noviembre de 2011

Premios Dama 2011



Ya se han hecho públicos los nominados para los Premios Dama 2011. El 12 de diciembre se desvelarán los nombres de los galardonados. Pero, mientras llega ese día, quiero contaros que mi novela «Antes y después de odiarte», y yo misma, contamos con cuatro nominaciones. Y esto quiere decir que, me premien o no, el simple hecho de estar entre los elegidos ya me hace sentir orgullosa y satisfecha.

Mis nominaciones son a  
Mejor novela romántica del año, escogida entre las novelas publicadas en todos los géneros de autoras nacionales y de las más reconocidas extranjeras.
Mejor novela romántica nacional.
Mejor autora nacional del año.
Mejor novela romántica contemporánea.

Gracias a quienes habéis contribuido con vuestros votos a que yo esté entre los nominados. Y gracias a todos quienes me leéis y hacéis posible que siga estando aquí, publicando las historias que escribo.

NOMINACIONES III PREMIOS DAMA 2011

MEJOR NOVELA ROMÁNTICA DEL AÑO
Amante mío de J.R Ward
Antes y después de odiarte de Ángeles Ibirika
La locura de Lord Ian McKenzie de Jennifer Ashley
Emboscada de Nora Roberts
Esposa por la mañana de Lisa Kleypas



MEJOR NOVELA ROMÁNTICA NACIONAL DEL AÑO
Las Ranas también se enamoran de Megan Maxwell
Antes y después de odiarte de Ángeles Ibirika
El libro de Gabriel de Lena Valenti
Senderos de Mar Carrión
Sucumbir a la noche de Jezz Burning


MEJOR AUTOR/A INTERNACIONAL DEL AÑO
Lisa Kleypas por Esposa por la mañana
J.R. Ward por Amante Mío
Nora Roberts por Emboscada
Jennifer Ashley por La Locura de Lord Ian McKenzie
Nalini Singh por Caricias de Hielo


MEJOR AUTOR/A NACIONAL DEL AÑO
Ángeles Ibirika por Antes y después de odiarte
Lena Valenti por El libro de Gabriel
Megan Maxwell por Las ranas también se enamoran
Noelia Amarillo por Ardiente Verano
Mar Carrión por Senderos


MEJOR ESCENA SENSUAL DEL AÑO
Ardiente Verano de Noelia Amarillo
Me perteneces de Shayla Black
Amante Mío de J.R Ward
La Dama del Arcangel de Nalini Singh
Me duele amarte de Lora Leigh


MEJOR PROTAGONISTA ROMÁNTICO MASCULINO
“Hombre Desconocido” de Ardiente Verano / Noelia Amarillo
Sir Alistair de “Domar a un salvaje” / Elizabeth Hoyt
John Matthew de "Amante mío" / J.R. Ward
Lord Ian McKenzie de “La Locura de Ian McKenzie” / Jennifer Ashley
Gabriel de El libro de Gabriel / Lena Valenti


MEJOR PROTAGONISTA ROMÁNTICA FEMENINA
Elena Deveraux de “La Dama del Arcángel”/ Nalini Singh
Lady Carpurnia Hartwell de “Nueve reglas” / Sarah MacLean
Marta Rodriguez de “Las Ranas también se enamoran” / Megan Maxwell
Cassandra, Lady Paget de “Seducir a un ángel” / Mary Balogh
Catherine Marks de “Esposa por la mañana” / Lisa Kleypas


MEJOR NOVELA ROMÁNTICA HISTÓRICA
Diez cosas que me gustan de ti de Julia Quinn
Corazón Comanche de Catherine Anderson
Seducir a un ángel de Mary Balogh
La Locura de Lord Ian MacKenzie de Jennifer Ashley
Esposa por la mañana de Lisa Kleypas



MEJOR NOVELA ROMÁNTICA PARANORMAL
Caricias de Hielo de Nalini Singh
El libro de Gabriel de Lena Valenti
Amante Mío de J.R. Ward
Sucumbir a la noche de Jezz Burning
El Ángel Caído de Nalini Singh


MEJOR NOVELA ROMÁNTICA DE SUSPENSE
Mentiras Susurradas de Sherrilyn Kenyon
Infiltrada de Menchu Garcerán
Desafiando las normas de Suzanne Brockmann
Emboscada de Nora Roberts
Atracción Mortal de Heather Graham



MEJOR NOVELA ROMÁNTICA ERÓTICA
Perdida en tus brazos de Lora Leigh
Ardiente Verano de Noelia Amarillo
El rapto de la bella durmiente de Anne Rice
Me perteneces de Shayla Black
Torturados por el deseo de Amanda McIntyre


MEJOR NOVELA ROMÁNTICA CONTEMPORÁNEA
Romeo, Romeo de Robin Kaye
Una noche mágica de Lisa Kleypas
Senderos de Mar Carrión
Para siempre de Nora Roberts
Antes y después de odiarte de Ángeles Ibirika


MEJOR NOVELA ROMÁNTICA JUVENIL
Renacer de Claudia Gray
El bosque de los corazones dormidos de Esther Sanz
Silencio de Becca Fitzpatrick
Dónde los árboles cantan de Laura Gallego
Bendecida por las Sombras (Vampire Academy III) de Richelle Mead



MEJOR NOVELA ROMÁNTICA CHICK - LIT
Casada por los pelos de Jane Costello
Las ranas también se enamoran de Megan Maxwell
Todo lo que puedas desear de Jackie Collins
Mientras tanto en Londres de Rebecca Rus
Susana & Co. de Gema Samaro



MEJOR NOVELA ROMÁNTICA SENTIMENTAL
Criadas y Señoras de Kathryn Stockett
El mañana empieza hoy de Cecelia Ahern
Un punto y aparte de Helena Nieto
Bajo el cielo de Dublín de Maeve Binchy
Las Rosas de Somerset de Leila Meacham



MEJOR PORTADA EN EDICIÓN ESPAÑOLA
El acompañante (Esencia)
Las ranas también se enamoran (Versátil)
Donde los árboles cantan (SM)
Su único deseo ( Esencia)
El beso del Demonio (Phoebe)


MEJOR EDITORIAL ROMÁNTICA DE AÑO
Random House Mondadori (Plaza & Janés)
Editorial Pamies (Sello Phoebe)
Ediciones B (Vergara)
Roca Editorial (Terciopelo)
Planeta ( Sello Esencia)



MEJOR ADAPTACIÓN ROMÁNTICA AL CINE EN 2011
Amanecer, Parte I / Adaptación de la novela "Amanecer" de Stephenie Meyer
Cumbres Borrascosas/ Adaptación de la novela "Cumbres Borrascosas" de Emily Brontë
Jane Eyre / Adaptación de la novela "Jane Eyre" de Charlotte Brontë
One Day (Siempre el mismo día) / Adaptación de la novela "One day" de David Nicholls
Agua para elefantes / Adaptación de la novela "Agua para elefantes" de Sara Gruen




LISTA DE NOVELAS MÁS NOMINADAS (III EDICIÓN 2011)

AMANTE MÍO: 5 NOMINACIONES

LAS RANAS TAMBIÉN SE ENAMORAN: 5 NOMINACIONES

ESPOSA POR LA MAÑANA: 4 NOMINACIONES

ANTES Y DESPUÉS DE ODIARTE: 4 NOMINACIONES

LA LOCURA DE LORD IAN McKENZIE: 4 NOMINACIONES

EL LIBRO DE GABRIEL: 4 NOMINACIONES

ARDIENTE VERANO: 4 NOMINACIONES


sábado, 12 de noviembre de 2011

Entrevista en Libros de Romántica




Con muchas cosas que aún tengo pendientes de traer al blog, y con poco o nada de tiempo para hacerlo, hoy os cuento que me han hecho una preciosa entrevista en el blog Libros de Romántica. Lo he pasado francamente bien con sus preguntas, y he tenido que pensar un poco para no desvelar demasiado cuando he respondido sobre la próxima novela «Donde siempre es otoño».

Otro día os cuento cosas sobre la publicación de la novela y otras interesantes novedades. Espero poder hacerlo en diciembre. Mientras tanto, si leéis la entrevista os enteraréis de algunos pequeños detalles.

Reportaje a Ángeles Ibirika


jueves, 3 de noviembre de 2011

Hoy va de críticas.


Ando con el agua al cuello... No. En realidad, ando con el «tiempo» al cuello.
Me faltan horas para escribir y terminar la novela. ¿Y qué hace una cuando le faltan horas?... Las inventa. Y eso es lo que estoy haciendo: inventar horas y trabajar mucho y duro.

Pero, como este pasado largo fin de semana me he encontrado con muchas y preciosas críticas de mis dos novelas publicadas, no me he resistido a pasar corriendo por aquí para enseñároslas.


Las tres primeras son de Antes y después de odiarte, y las acabo de encontrar, aunque están hechas hace meses por lectoras de la Web de El Rincón de la Novela Romántica. Estas cosas suelen escapárseme porque paso poco tiempo por Internet, y el que paso no sé aprovecharlo como debería. Así que, aunque sea con retraso, quiero dar las gracias a Soraya, a Lyzzy y a Malory por haber leído la novela, y por la preciosa opinión que han dejado sobre ella en la Web.

Este es el enlace a las tres críticas que podréis leer según vais descendiendo en la página.





Otras crítica de Antes y después de odiarte, hecha por la escritora Judesty Ju en su blog. Si entráis en él podréis ver, además de la crítica, información sobre sus dos novelas, que además tienen unas portadas preciosas.






Otra crítica, larga y preciosa, de Antes y después de odiarte, la ha hecho Ssil en su blog Lo que quiera hoy. Os advierto que contiene SPOLIER grandotes. Pero si eso no os preocupa, o ya habéis leído la novela, seguro que os encanta leerla.



Y el último que os dejo, justo antes de irme a escribir como es mi obligación… (risas), es de Entre Sueños, y está hecha en un blog que está naciendo y me espero visitar a menudo: Leyendo entre horas.


Espero no haberos aburrido demasiado. Pero, llevo mucho tiempo sin traer críticas, y creo que el hecho de que en dos días me hayan llegado tantas, era una señal inequívoca de que debía traerlas (risas)

Gracias por seguir estando aquí a pesar de mi obligada ausencia. En cuanto me libere un poquito del trabajo busco un pedacito hermoso de Donde siempre es otoño y lo pongo, a ver si os gusta.



viernes, 21 de octubre de 2011

Inspirado en «Donde siempre es otoño»



Lorena Luna me ha regalado una preciosa Fan-Art inspirada en «Donde siempre es otoño», y en ella podéis ver, por primera vez, el rostro de Elizabeth, la mujer que vuelve loco al siempre controlado Ian O´Connell.

Este es su blog Mi Luna Mágica

Siempre me emociona ver las preciosas composiciones o vídeos que hacen de mis libros, pero, ver esta, cuando a la novela aún le quedan meses para estar en las librerías, me ha llegado al corazón de forma especial. Porque eso significa que hay quien espera a mis historias con las mismas ganas con las que yo las escribo.


 Pinchad para agrandar

Para agradecéroslo con toda mi alma, pongo un pedacito de una escena de la novela. En ella podréis ver eso que todos sabemos, y es que también los canallas seductores sin corazón, como Ian O´Connell, terminan enamorándose. Y, entonces, la caída suele ser más dura, más dolorosa...

Entresacado de «Donde siempre es otoño»

.../...
Y, mientras lo hacía, mientras el hormigueo le agarrotaba el hombro sobre el que ella descansaba, sintió que esa era la noche más extraña y perfecta que había pasado nunca, compartiendo lecho con una mujer, deseándola hasta el tormento pero sin tocarla de todas las maneras en las que necesitaba hacerlo, sin pedirle que ella le tocara a él de la forma en la que ya una vez lo hizo. Se dijo que quería pasar muchas noches así, contemplándola dormir, viéndola despertar…, amándola. Porque si eso que estaba sintiendo por ella mientras la abrigaba contra su piel no era amor como el que describía en sus novelas, se le parecía tanto que le asustaba. Le asustaba porque al fin entendía que su obsesión no desaparecería cuando lo hiciera el misterio que la rodeaba...
... porque al fin comprendía que se había enamorado de ella con ese tipo de amor para el que no existe cura ni redención.
                Ángeles Ibirika©


viernes, 7 de octubre de 2011

Entresacado de "Donde Siempre es Otoño"



Como podéis ver, tengo bastante abandonadito el blog. Ni siquiera he hecho las crónicas de las presentaciones de «Antes y después de odiarte» en Málaga y en Zaragoza. Y os puedo asegurar que han sido las dos mejores firmas hasta el momento, con muchos lectores, todos ellos especiales a rabiar, con reuniones tras las firmas, cenas, charlas hasta la madrugada…, nuevos y maravillosos amigos que espero conservar siempre...

¿El motivo?

La falta de tiempo, la novela que quiero terminar de escribir… y cambios. Mi vida está a punto de cambiar, y si quiero que sea para bien tengo que entregar el máximo de mí. Tengo como un millón de años (bueno. Unos poquitos menos), y cuando pensaba que mi vida ya no estaba para sobresaltos, me embarco en una aventura de la que ya os contaré en su momento.
Por ahora, os ofrezco mis disculpas por tener el blog tan abandonado. Y, para hacerme perdonar, os traigo la foto de Ian O`Connell, el afamado escritor de novela romántica de quien estoy escribiendo la historia, y un "pedacito" de una escena en el que podréis ver el tipo de hombre seductor, cínico, infiel y canalla que es.

Espero que os guste.


Entresacado de Donde Siempre es Otoño
—Soy consciente de que siendo escritor de novela romántica debería saberlo, pero confieso que no imagino lo que se debe sentir al encontrar ese amor para siempre.

—Pocas cosas son para siempre —respondió ella.

—En tu caso deberían serlas —dijo sin poder contenerse—. Cuando una mujer como tú lo deja todo por alguien, ese alguien debería serle fiel eternamente.

—Eso es demasiado tiempo —bromeó a la vez que bajaba los ojos y cogía su copa de vino poniendo especial cuidado en que no se le notara el temblor en los dedos.

Pero ya era tarde para disimulos. Para entonces Ian ya había comprendido el origen de su conversación atropellada y de sus silencios, de sus disimuladas miradas y de sus ojos huidizos, de sus sonrojos. Solía ser más rápido en diferenciar la admiración que causaba el escritor del deseo puramente carnal que provocaba el hombre. Pero las circunstancias en las que la había conocido fueron tan desconcertantes como lo era ella misma, y eso había bloqueado su parte seductora y canalla que ahora despertaba. Esa parte que disfrutaba ante el desafío de conseguir a cualquier mujer que le apeteciera. Esa que gozaba de cada segundo de refinado cortejo con el que iba deshaciendo las defensas femeninas aun cuando la presa escogida se le resistiera hasta el último momento. Porque si la culminación de llevarse a la cama a la mujer codiciada era grandiosa, saborear ese placer de la anticipación mientras iba ganándosela con sutileza era algo que le excitaba todos los instintos.
Ángeles Ibirika©


martes, 20 de septiembre de 2011

Mikel...





Como ya sabéis, este fin de semana he tenido dos firmas de libros, en Málaga y Zaragoza, las dos en compañía de la escritora Pilar Cabero. Si os digo que fueron maravillosas estaría faltando a la verdad porque fueron mucho más que eso. Pero, como aún no tengo todas las fotos de las dos presentaciones, y además tengo poquito tiempo, os lo contaré en una próxima entrada. En esta os traigo dos maravillosas reseñas de Antes y después de odiarte que me han hecho muy feliz.

La primera la ha hecho Olga en su blog Luna Lunera. La leí el día anterior a salir de viaje para Málaga, así que me llevé al avión una gran sonrisa.

Pincha en la imagen para leerla.


La segunda fue el recibimiento con el que me he encontrado hoy por la mañana, después de haber vuelto de Zaragoza muy feliz y a unas horas en las que hace mucho no me acostaba. La ha hecho Anabel Botella en su blog La ventana de los libros. También me ha encantado su reseña.

Pincha en la imagen para leerla.


Puede parecer que cuando las buenas opiniones se suceden dejan de emocionarte, pero nada más lejos. Cada nueva opinión favorable es única y te llega al corazón como si fuera la única. Por eso, gracias Olga y gracias Anabel, por haber leído la novela y haber contado lo que os ha hecho sentir.


sábado, 3 de septiembre de 2011

Maravilloso vídeo lleno de sensibilidad


Esta mañana he recibido un maravilloso regalo de una lectora. Un vídeo de la novela «Antes y después de odiarte».
Ya el año pasado, Nuria Rodríguez me enamoró con un precioso vídeo de «Entre Sueños». Entonces me resultó sorprendente la capacidad de Nuria para encontrar las imágenes adecuadas y mezclarlas con tanta sensibilidad como lo hizo. Con este nuevo vídeo me ha dejado sin palabras. Porque no es solo que haya dado con el hombre adecuado para Mikel ni que lo haya encontrado  en escenas en prisión, en las que maneja una motosierra, fuerza una puerta, charla frente a una taza de café con ella o la dibuja y la emborrona con gesto de dolor. No es solo eso. Es, sobre todo, su capacidad para plasmar con imágenes y música todo eso que yo sentí mientras escribía la novela, y todo eso que espero que sienta cada persona que se anime a leerla. El vídeo me ha emocionado, sí, y mucho. Y lo ha hecho, especialmente, porque a través de él he podido ver que, al menos Nuria, ha vivido intensamente todos esos sentimientos.

Este es el maravilloso vídeo de «Antes y después de odiarte».




Y este el que el año pasado me regaló de «Entre Sueños».


Arte y sensibilidad a manos llenas, ¿no es cierto?

Gracias, Nuria, por todo lo que me has hecho sentir y recordar con este regalo tan especial y tan lleno de cariño.