Siguiendo con algunas noticias atrasadas, con las cuales
dudo mucho que llegue a ponerme al día, llegamos a una presentación increíble.
El 23 de mayo hicimos la presentación de Días de lluvia
en el mejor sitio en el que podíamos hacerla. En Bermeo. Fue un día especial,
de esos mágicos que quedan para siempre en tu memoria. Por la mañana quedé con
unas amigas en Bilbao, entre ellas la escritora Pilar Cabero, que escribe
maravillosas historias de amor desde Guipuzkoa. —Si no la habéis leído deberíais hacerlo. Os
va a enamorar—. Ella me acompañó a Onda Vasca, donde nos trataron
maravillosamente y nos hicieron pasar un rato estupendo. Pilar sabe muy bien a
qué me refiero :) Después, con otra compañera muy especial,
comimos en Bilbao y viajamos hasta Bermeo, donde nos esperaban muchas más
amigas de esas que saben acariciar el corazón sin necesidad de abrazarte.
La presentación en Bermeo fue maravillosa en muchos
sentidos. Uno de ellos, que me presentó la extraordinaria Ava Campbell. Otra
escritora magnífica que escribe sus historias desde la ciudad de Vitoria, y que
tiene el dificilísimo don de la palabra. Con lo que podéis imaginar que hizo
una presentación que me erizó la piel. Todavía guardo sus apuntes, y por
supuesto los guardaré siempre.
Pero la presentación en Bermeo fue mágica porque la gente
allí lo es, y me recibieron con mucho cariño, como el que yo siento por ellos.
Hubo lágrimas de emoción, porque la desgracia del incendio aún sobrevuela el
ánimo de todos. Imagino que sobrevolará durante mucho tiempo, porque aunque
aparentemente todo esté bien, los que lo perdieron todo siguen sin haber
recuperado nada. Conocerlos, abrazarlos y sentir su cariño fue hermoso. No lo
olvidaré nunca.
Lo primero que hicimos al llegar fue encontrarnos con
unas amigas en el bar Izarra que aparece
en la novela de Días de lluvia, aunque en realidad se llama Etxepe. Pero como
en él iban a pasar muchas cosas le cambié el nombre por respeto. Ahora sé que
no les hubiera importado que conservara el nombre original. Os aseguro que las taberneras son increíbles,
y una de ellas tiene el carácter clavadito al de Maddi, allí, tras la barra y
poniendo a todos firmes.
Os dejo algunas fotos del encuentro, que tuvo lugar en la
biblioteca municipal, frente al parque Lamera. Lugar en el que, si habéis leído
Días de lluvia, Kaiet y Maddi se encontraban cada amanecer para ir a correr
hasta Mundaka.
En el bar Etxepe, en el Puerto Viejo. O el Izarra.
Con amigas, entre ellas la preciosa tabernera.
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2 comentarios:
Vaya, no sabía que existe la taberna de Maddi. Ángeles, leyendo tu libro entran ganas de ir hasta Bermeo para conocer sus calles y sobre todo su entorno natural. Un saludo y gracias por tu libro.
Todo cuanto describo en el libro existe, preciosa. Incluso las riquísimas palmeritas que Kaiet compra para desayunar :) Aunque me tomé la libertad de cambiarle el nombre a la taberna. Con el tiempo he descubierto que a los dueños no les hubiera molestado que utilizara el nombre real. Debí preguntarles antes de cambiarla ¡jeje!
Besazos preciosa.
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