A través de los ojos de Lorena Aragüete

Lorena Aragüete me he enviado un precioso regalo: la composición de cómo ve y siente ella la historia de «Antes y después de odiarte». Me ha emocionado verla con sus ojos, porque además coincide con lo que yo veo y siento a través de los míos. Si os fijáis bien en la composición, veréis a Mikel pensativo frente a su ventana, y a Ane padeciendo ante la suya. Y, tras los cristales, la Pasarela de Pedro Arrupe, que cruza la ría de Bilbao uniendo las dos riveras desde el Guggenheim hasta la Universidad de Deusto.

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Lorena también me ha dejado su opinión de la novela. Y, como lo ha hecho a través del facebook, quiero ponérosla aquí por si queréis leerla. A mí me ha llegado al alma, y si la leéis comprenderéis el por qué.

Gracias, Lorena, por tanta sensibilidad y cariño.

Antes y después de odiarte. Opinión de Lorena Aragüete.

Cuando comienzas a leer un libro de Romántica Adulta siempre esperas encontrar algo que te sorprenda, algo que realmente te conmueva desde lo más profundo del corazón y te haga experimentar un arco iris de emociones, con algunos matices insospechados inclusive. Y así es, en medio de la recursiva temática y desarrollos típicos de contextos trillados y maquillados o metidos en la termomix para intentar darles una nueva textura, Antes y Después de Odiarte es una maravillosa obra capaz de refulgir por sí misma. Realmente única y diferente como pocas obras que he tenido el gusto de leer. Hacer una radiografía de este libro sería como intentar hacerlo con una película mordiéndote la lengua para no desvelar el final en la primera frase que pudieras decir. Porque este libro es así, diferente, tremendamente original, exhaustivamente trabajado y mimado para que todos, absolutamente todos los detalles cuadren desde la primera a la última página y… sólo entonces, cuando te aproximes a él todas las piezas del puzzle comiencen a encajar.

Ángeles nos descorre el velo de una novela totalmente diferente a “Entre Sueños”. En ella la historia se te metía bajo la piel desde el primer capítulo, sin embargo en este libro el proceso es mucho más complicado, arranca con emociones profundamente arraigadas en los personajes que debes ir comprendiendo poco a poco. La carga sentimental es mucho mayor, ya que todo gira ante un “aparente” deseo de venganza de Mikel desde la página 0, que debes aunar con los momentos flashback que se suceden en el libro para ir hilando la historia de los por qué y causas. La contrapartida femenina irrumpe en el libro de una forma más lineal, no arrolladora como Mikel, hasta que la relación entre ellos se convierte en una especie de baile, ni contigo ni sin ti. Ello hace quizás un poco desconcertante la primera parte porque te encuentras en fuera de juego para explicar lo que sucede… en este punto, particularmente, la preciosa forma de escribir de Ángeles me llevó de la mano diciéndome: tú sigue… ya verás. Y completamente cierto, la sensación última fue semejante a ver el The End en los créditos de una inolvidable historia de amor, porque ahí dónde ves a Mikel tan duro, curtido e insensible, guarda en su interior el hombre que siempre fue, una manera de ser con relación al amor que ni la prisión más regia puede petrificar u olvidar, sólo proteger como un pequeño brote produciendo las pequeñas chispas que tantísimo confunden a Mikel y que Anne siente en su corazón. No hay que olvidar que realmente la venganza de Mikel no es contra Anne sino contra sí mismo, y eso es algo que sólo cuando él acepte, sólo cuando él se perdone, le hará caer la venda de los ojos y mirar a través de los blancos copos que caen en Bilbao.

Los personajes secundarios son apoyos para el libro excelentes. Bego, el referente de la amiga completamente enamorada no correspondida, Rodrigo el amigo incondicional que siempre es la pequeña voz de la conciencia, sin olvidar al Comisario con el que en mi opinión Ángeles ha desarrollado un gran papel. Una pequeña pega, ¿¿un epílogo con la relación de los secundarios es posible, por favor, por favor??

Concluyendo, un libro hermoso, diferente, distinto y hasta cierto punto podríamos decir complementario en estilo a entre sueños, no es que uno sea blanco y el otro negro… porque al fin y al cabo siempre hay muchos grises. Con él, Ángeles ha confirmado que tiene capacidad de sobra para sorprender cuántas veces quiera desde la misma raíz del argumento, y sí Ángeles, cómo te dije un día, sabía que sería un gran libro, tenía total confianza en que de tu puño y letra sólo podrían salir cosas tan bellas.

                                                                                              Lorena Aragüete