Perdonarme que no haya
contado esto antes, pero he andado con los últimos toques de la novela y casi
no he encontrado tiempo.
El 9 de febrero, en el III Encuentro RA, nació el Premio Aura. Son los escritores de habla hispana, publicados en
España, quienes votan para elegir a la autor que consideran que más ha
destacado en el año, por el motivo que sea. Y esto lo convierte en algo muy
especial, porque somos los propios compañeros quienes lo otorgamos. Este primer
año fue toda una sorpresa, pues mientras se preparaba el Encuentro dimos
nuestros votos sin saber qué se iba a hacer con ellos.
El Aura de este año ha
sido para quien sin duda lo merecía con creces. Y es mi querida amiga Megan
Maxwell. Ella sabe bien cómo me alegró ese feliz momento.
Antes de dar su nombre
dieron el de las dos finalistas. Noelia Amarillo, que también lo merece por lo
maravillosa escritora buenísima persona que es. Y yo, Ángeles Ibirika.
Creo que la sorpresa no me
permitió dar las gracias a todos mis compañeros como me hubiera gustado. Como
me hubiera gustado y como era de justicia hacerlo. Por eso quiero hacerlo
ahora, desde aquí. Gracias de corazón. La sorpresa, la incredulidad, la emoción... Todo eso que vosotros provocasteis me dejaron casi muda. Muda por completo es
imposible con todo lo que me gusta hablar.
Y como las buenas noticias
nunca llegan solas, a mi vuelta a la normalidad también descubrí que mi novela
Donde siempre es otoño está nominada a los Premios Rosa de la revista Romántica´S en la categoría Mejor Romance Actual. Y esta nominación es, una vez
más, gracias a vosotros, que leéis mis historias.
¡GRACIAS!
No sé cuándo concederán
los premios, pues veo que todavía están abiertas las votaciones. Aprovechad para votar, porque en esa enorme lista encontraréis muchas novelas que seguramente os ha apasionado leer.
1 comentario:
¡¡¡Felicidades!!!
Pero nada que no merecierais las tres.
Un beso
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