sábado, 15 de mayo de 2010

Os presento a Vicky

Una pregunta que me están haciendo mucho, es si mis personajes de Entre sueños están basados en personas reales. La respuesta es no. No me he inspirado en nadie. Todos han salido, por completo, de mi imaginación. Todos, excepto uno.

Vicky.

Quienes hayáis leído mi novela la conoceréis. Vicky es la princesa de Laura. Pero, en realidad, Vicky era mi princesa. Siempre será mi princesa. La amaba y la sigo amando aun cuando hace años que no está con nosotros.

Cuando, escribendo mi novela, llegué al momento en el que aparece Laura, Vicky entró como un torbellino, con esa energía y esa ternura que ella tenía, con esa forma extraña de “recibir” a quienes no eran de casa. La encontré ahí, con Laura, y ahí se quedó. Y es que ella, que es la dueña de un trocito muy especial de mi corazón, merecía estar en mi primera novela publicada. Le debo mucho más que eso, lo sé, pero me satisface verla ahí, entre todos esos personajes que también han salido del corazón en el que ella estará siempre.

11 comentarios:

Anabel Botella dijo... [Responder]

Qué perra más preciosa. Vicky estará contenta allá donde esté ;)

Helena dijo... [Responder]

Te comprendo Ángeles. Yo también tuve una perrita durante quince años y ya no está con nosotros, pero la tengo en un lugar de mi corazón.
Y como tú, en mi novela hay un perro que aunque no es la misma raza y es macho, me base en la que fue mía para escribir detalles de Scott (el perro de mi prota, Albert)

Carolina dijo... [Responder]

Me has hecho llorar, Ángeles.
Vicky es igualita a mi Phoebe, que me dejó hace ya unos dos años. Cada día me acuerdo de ella.
Dios la bendiga, y bendiga a todos aquellos compañeros que tanta compañía y amistad desinteresada nos regalaron.

Ángeles Ibirika dijo... [Responder]

Anabel. Vicky era un amor de perrita en todos los sentidos. Ahora tengo dos hermanitas de la misma raza. Son igual de preciosas y de buenas, pero cada cual tiene su espacio que nadie más puede ocupar.


Helena. Cuando un animalito de éstos entra en tu vida, se queda para siempre. Recordarlas con amor es lo menos que podemos devolverles a cambio de todo cuanto nos dieron.
No sabía que te habías inspirado en tu perro para crear a Scott. Me ha encantado descubrirlo. En mi caso no es inspiración. La Vicky de la novela es ella absolutamente en todo.


Carolina. Yo también he llorado mientras lo escribía. Lo hago muchas veces al recordarla. La huella que dejan nuestros compañeros perrunos es imborrable porque se queda en el corazón.
Me alegra que hayas disfrutado de tu Phoebe. Quien no ha tenido nunca un perrito no sabe cuánto amor y cuánta nobleza te entrega.

Un beso grandote, grandote para las tres.

Eli dijo... [Responder]

Anoche estaba demasiado tontorrona para contestarte. Aunque todo lo que dices ya lo sabía de sobra, leer tus palabras me hicieron llorar.

Besos, mi alma.

Helena dijo... [Responder]

Carolina, comparto tus palabras. Quien no haya tenido en su vida un perrito, no puede entenderlo.
A mí una vez incluso me dijeron ¿llorar por un perro? Sólo es un perro...
evidentemente, no tenían ni idea de lo mucho que se quieren y todo el amor que ellos nos dan.
Me emociona recordarlo.

El espíritu inquebrantable dijo... [Responder]

Ay, sí, sí, sí... Claro que me acuerdo de Vicky, ¡deliciosa ella! Los perros tienen un instinto para detectar a "personajes indeseables" que da miedo, por eso son tan buenísimos como guardianes y como amigos. Y es bueno, y se merece, que la hayas incluido en la novela. Es un detalle preciosísimo que habla de la maravillosa mujer que eres. Yo no soy muy amiga de mascotas, pero reconozco que esta perrita se hacía querer en la novela, y estoy segura que la auténtica Vicky era igual de "bicho" e igual de entrañable.

espartana dijo... [Responder]

Ya sabía yo que la Vicky de papel estaba basada en una Vicky real. Un personaje memorable. Seguro que fue también una mascota inolvidable.
Un beso

Ángeles Ibirika dijo... [Responder]

La autentica Vicky era un amor de perrita. Tan pequeña y dulce, y defendía la casa como un tigre ¡jeje!
Me alegra saber que has querido a la Vicky de la novela, Julia. Me emociona.
Besos, guapísima



Laura. Tú también has querido a mi Vicky. Gracias en su nombre, preciosa.
Un beso gigante

Nieves dijo... [Responder]

Era de verdad una princesa.
No me extraña que te enternezca, porque cuando se tiene uno de estos tesoros y se pierde, queda un hueco en el corazón.

Un beso.

Ángeles Ibirika dijo... [Responder]

Cierto, Nieves. Y ese rinconcito en nuestro corazón es lo mínimo que podemos ofrecerles después de todo cuanto nos dieron.

Abrazos gigantes