Después de un maravilloso fin de semana en La Coruña, en el I Encuentro Diván Romántico, debería hacer una especie de crónica de cómo se desarrolló todo, pero estoy agotada y ni mi cabeza ni mi cuerpo dan para mucho. Llegué a casa ayer por la tarde, y ni siquiera he abierto la maleta. Tendré que hacerlo en algún momento a lo largo del día…, no sé cuándo… Probablemente cuando eche en falta algo que no pueda sustituir con nada que tenga en casa (risas)
Hay cosas que, aunque no pueda hacer una crónica en condiciones, tengo que decir.
Dar las gracias a Trinidad Palacios, la organizadora del Encuentro. Una mujer preciosa, dulce, delicada y atenta que no ha dejado suelto ningún detalle, que ha estado en todos los sitios (cosa que me ha llevado a pensar que es una superwoman infiltrada entre humanos) y que ha hecho una labor agotadora sin perder ni un instante su dulzura ni su tranquilizadora sonrisa.
Fue algo muy especial, perfectamente organizado que cumplió y superó todas las expectativas, y donde quienes nos conocíamos estrechamos lazos y quienes nos descubrimos por primera vez nos convertimos en amigos.
Y, como ya os he confesado que no estoy para crónica, os remito a la que Trinidad Palacios (nuestra Trini) ha hecho a pesar de su agotamiento extremo. Resulta increíble que en toda esa dulzura pueda caber tanta voluntad y tanta fuerza.
Si nada lo impide, repetiremos el año que viene. Ve pensando si quieres acompañarnos a pasar todo un fin de semana hablando de lo que nos gusta y haciendo amigos.
2 comentarios:
Ya me hubiera gustado acudir. Qué buen encuentro.
Seguro que lo habrías disfrutado mucho, Anabel. Ojalá puedas venir a la próxima. A ver si se puede anunciar con mucho tiempo.
Un abrazo enorme, preciosa.
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